Falleció «Piojo» Domato
A la edad de 74 años dejó de existir Héctor Julio Domato, conocido vecino de esta ciudad. «Piojo», como lo llamaban sus amigos, llegó desde Pehuajó (provincia de Buenos Aires) allá por fines de la década del ’60, principios de los ’70, junto a un grupo de bonaerenses que vinieron a estudiar a la Universidad Nacional de La Pampa.
De esa zona vino en esa época una multitud de jóvenes, como David y Tincho Pérez Isa, «Chivo» Civelli, Pucho Lluch, Miguel Tavella, Birolo, Veiga y otros. Muchos de ellos, después de finalizar sus carreras, armaron sus familias aquí y se quedaron para siempre. Entre ellos «Piojo», que se casó con Marisa Pérez, hija de un reconocido comerciante del medio.
Recibido de Ingeniero Agrónomo, ejerció por algún tiempo la profesión -fue presidente del Colegio que los agrupa-, pero además rápidamente se vinculó a otras actividades. Con los hermanos Horacio y Luis Guibelalde y Oscar Eyheramono, fue socio fundador de Red Difusora S.A., una de las primeras empresas en prestar en la ciudad el servicio de televisión por cable.
En un tiempo tuvo en la Avenida Argentino Valle una agencia de compra-venta de vehículos que se llamó «Manto Automotores».
En los últimos tiempos había trabajado en desarrollar un sistema de sistematización de residuos, que pudo poner en marcha en el sur de la provincia de Córdoba.
Baterista de «Los Violentos».
Amigos que lo conocían desde siempre lo recuerdan como una persona muy sociable, que en sus años juveniles jugó al básquet en el Club Argentino de Pehuajó; aunque ya en Santa Rosa no estuvo tan cercano al deporte -jugó esporádicamente al paddle, y un poco a las bochas en las Olimpíadas de Ingenieros Agrónomos que se hacían regularmente en Córdoba-; pero sí se vinculó fuertemente a la música.
En las primeras movidas musicales de los ’70 integró el grupo «Los Violentos» junto a Pocho Roldán (primera guitarra); Beto Urquiza (segunda guitarra); Juan Ramón Roldán (bajo); y «Piojo» Domato (batería). En algún momento la agrupación incorporó como cantante a «Conejo» Roldán.
Gran bailarín.
«Piojo» y su esposa integraban un grupo de amigos que salían regularmente, y él se destacaba como un gran bailarín de todos los ritmos. En una cena realizada tiempo atrás por la Asociación Cooperadora del Hospital Lucio Molas -cuya comisión directiva integra Marisa- «Piojo» y su esposa se lucieron en un tango en el que no faltaron los cortes ni las quebradas recibiendo el aplauso de los presentes.
Hace unos meses su salud empezó a resquebrajarse, y ayer a la madrugada se produjo su deceso. Su desaparición afecta a la familia que formaban con su esposa Marisa, sus hijos Leticia, Lorena y Luciano; y a una amplia legión de amigos que supo granjearse a lo largo de su vida.
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