Razones para el orgullo

Los datos del censo nacional realizado el año pasado nos vienen dando buenas noticias a los pampeanos. Lo bueno es que cada indicador del relevamiento permite corroborar sensaciones y darle un aval a un panorama de nítido contraste con el resto de las provincias argentinas.

 

Es así como un apasionado del tema, como lo es el ex director de Estadísticas y Censos entre 2005 y 2015, el ingeniero Roberto Daniel Rodríguez, ha puesto en números y porcentajes esta realidad que vive la provincia, al punto de poder afirmar sin temor a desmentidas que habitamos uno de los mejores lugares para vivir dentro de nuestro país.

 

Para quienes no leyeron el minucioso estudio publicado durante la semana en LA ARENA, vale decir que el flamante censo arrojó variables e indicadores que ratifican la historia de La Pampa en los últimos 40 años, mostrando un alto grado de bienestar que se traduce en mayor justicia social.

 

Hay altísimos niveles en calidad constructiva de viviendas, revestimientos de pisos, existencia de sanitarios, provisión de agua potable, conexiones a red de gas y tenencia de celulares, computadoras y otros dispositivos electrónicos con acceso a internet, todo lo que hace a la mejora de la calidad de vida de las familias pampeanas.

 

Datos para debatir.

 

Todos estos parámetros avalan esas sensaciones que tenemos los pampeanos, las que nos llevan a pensar que vivimos en uno de los mejores lugares de toda la Argentina. Lo bueno es que estos datos censales nos proporcionan ese basamento necesario para que un mero debate con otro compatriota nos permita discutir con índices específicos y demostrar claramente nuestras afirmaciones con los porcentajes de cada relevamiento que colocan a La Pampa en los primeros lugares de cada ranking.

 

De este modo, el censo nos viene a confirmar algo que siempre sospechamos: en nuestro lugar en el mundo, tenemos motivos para sentirnos orgullosos de vivir acá.

 

¿O no les pasa a los amigos lectores cuando salen de la provincia que se encuentran con realidades distintas en las que La Pampa siempre sale ganando?

 

Más allá de las mediciones del censo, hay otras cuestiones a n cuenta. Por citar algún ejemplo, se podría hablar del tránsito. Es cierto que siempre hay aspectos a mejorar, pero transitar por cascos urbanos de otras provincias es un verdadero suplicio si se comparan con calles, nivel de circulación, posibilidad de estacionamiento, calidad de señalamiento y forma de conducir. Y no solo lo decimos los pampeanos cuando salimos de la provincia, también es lo que nos transmiten quienes llegan desde otros puntos del país y se sorprenden con la posibilidad de trasladarse rápidamente y sin problemas por nuestras calles, avenidas y rutas.

 

Lo que viene.

 

Pero no podemos quedarnos con los logros del censo, solamente para que pasado el tiempo perdure el recuerdo de ese momento en el que vivimos mejor y nada más. No hay que conformarse con eso. Hay que tener cuenta que todo lo conseguido no fue gratuito. Se obtuvo porque hubo un pueblo y una dirigencia que siempre peleó por hacerse valer. Aún con ostensibles vaivenes a nivel nacional, La Pampa siempre mantuvo una conducta de cuentas ordenadas y postura coherente en reclamo de lo que le corresponde. El resultado muestra que el esfuerzo valió la pena.

 

De acá para adelante queda la tarea de trazar un nuevo plan a corto, mediano y plazo, con el correspondiente y gradual recambio generacional, que mantenga este legado y que vaya por más.

 

Por caso, hay que consolidar la diversificación productiva y la soberanía energética, el crecimiento de los barrios de viviendas y la infraestructura vial, y mantener los niveles de atención primaria de la salud y los de educación. Y también hay que insistir cada vez con más fuerza en la recuperación de nuestros ríos.

 

Para todos esos objetivos, sería mucho mejor que el panorama nacional acompañara. Será cuestión de escuchar a cada candidato presidencial y decidir en consecuencia. Conseguir en los próximos años que se vuelva a redistribuir la riqueza con mayor equidad entre los argentinos sería un gran paso hacia la recuperación de la justicia social.

 

Seguir teniendo la posibilidad de vivir en una de las mejores provincias argentinas también se definirá con los votos de las próximas elecciones. Y de ese modo, los datos de los censos venideros nos seguirán dando razones para seguir hablando con orgullo de La Pampa.

 

DANIEL ESPOSITO