Conflicto frente a una escuela: "Nunca se lo patoteó ni se lo amenazó"
Enrique Schmidt es el propietario de R.E Construcciones, y fue una de las personas involucradas en un conflicto ocurrido el martes pasado en frente de la Escuela 74, con un papá que iba a retirar a su hijo del establecimiento. Schmidt se acercó a esta redacción, con un escrito en que aseguró que no "existió una patoteada, y solamente se entrevistó a una parte del conflicto".
"Yo soy dueño de la empresa encargada de la construcción de la obra frente a la Escuela 74, en la avenida Uruguay. Este señor que habló en el diario, tiene como practica habitual, llegar al frente de la obra, se baja para correr los conos allí colocados y se estaciona a la espera de la salida del hijo, en un lugar reservado para la carga y descarga de materiales", señaló.
Y añadió que "el miércoles pasado, al mediodía, llego yo con mi hijo, quien desciende de la camioneta y le pide al señor si podía retirar el auto, porque debíamos estacionar para cargar unas herramientas. Él se negó rotundamente, y expresándose en malos términos le dijo a mi hijo que 'no era quién para hacerlo retirar', descendió del auto, se dirigió a la vereda del colegio y se puso a conversar con otro señor, por lo que yo me retiré con la camioneta y la estacioné en un lugar mas alejado y volví caminando a buscar unas herramientas de mano que necesitaba".
"Cuando salgo de la obra en compañía de mi hijo, unos 20 minutos mas tarde, este señor estaba cruzando la calle en compañía de su hijo. Le seguimos recriminando la actitud, y coloqué los conos nuevamente en su lugar. En una actitud provocativa y sin necesidad, dió marcha atrás y atropelló los conos, llevándose uno enganchado. Ante esta actitud es que mi hijo reaccionó y le recriminó por la ventana del auto, por lo que este hombre le tiró un golpe de puño, y mi hijo retrocedió", aseguró.
"Nunca salió gente de la obra, nunca se lo patoteó, ni se lo amenazó con alguna herramienta. Somos gente de bien que realizamos nuestro trabajo, y cumplimos con todas las reglas de seguridad, tanto para la obra y los transeúntes, y no somos patoteros", añadió.
Ante la consulta de este diario, explicó que salió de la obra, "con una barreta y un martillo, pero no para amenazar a nadie, sino porque eran las herramientas que me tenía que llevar", asimismo, dijo que "es verdad que mi hijo le pateó la puerta del auto, pero fue porque el otro señor le tiró un golpe, que pudo esquivar".
Daño y amenazas.
El día de los hechos, fuentes policiales le dijeron a LA ARENA que se iniciaron actuaciones judiciales por "daño y amenazas". Y explicaron que "un hombre aparcó su auto, sobre Av. Uruguay frente al colegio, entre Gral. Pico y Villegas, donde se está llevando a cabo una obra de un edificio. En ese momento le aproximó una camioneta y comenzó a tocarle bocina, aduciéndole que no se podía estacionar en ese sector".
"El conductor le dijo que aguarde unos segundos que buscaba el hijo y ya se iba, pero al volver se encontraba el conductor de la camioneta junto a dos masculinos más, quienes comenzaron a increparlo. Uno de ellos se le aproximó al vehículo y le pegó una patada en la puerta lado acompañante causándole un abollón y le escupió la cara, vociferándoles los tres, todo tipo de insultos. Todos fueron puestos a disposición de la justicia causa en trámite", concluyeron.
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