"Nunca tuvo un plan del agua"

"Si en Mendoza estamos hablando de un plan de agua es porque nunca lo tuvimos, pero cualquier planificación de este tipo deberá tener como herramienta fundamental la medición, en qué se consume, en qué se pierde para ser más eficientes", advirtió el subgerente del Instituto Nacional del Agua (INA), José Pizzoli. El experto mendocino se refirió así al Plan Maestro de Agua anunciado por el gobernador Rodolfo Suárez, en el contexto de la grave sequía que atraviesa aquella provincia, con caudales mínimos en ríos y embalses.

 

El INA es un organismo dependiente del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, dedicado a producir conocimiento, evaluar datos y elaborar estadísticas e informes sobre la calidad del agua. "Siempre decimos que el problema de la sequía en Mendoza tiene dos aspectos: el climático y el de gestión. Y nos gustaría poder hacer un aporte para la toma de decisiones sobre este Master Plan, remarcando la importancia de medir antes de adoptar decisiones", aclaró.

 

Actualmente, el INA realiza una profunda investigación sobre las cuencas subterráneas, "porque existe muy poca información sobre estos reservorios de agua, que pueden ser una respuesta para la profunda escasez del recurso hídrico. Estamos a disposición para hacer nuestro aporte sin costo a Irrigación y a Aguas Mendocinas, pero lamentablemente no tenemos mucho contacto", reconoció el especialista, en declaraciones al diario Los Andes.

 

Reducir consumo.

 

En los últimos días, el Departamento General de Irrigación disparó las alarmas frente a la histórica sequía que atraviesa Mendoza, cuyos embalses se encuentran sumamente restringidos, como el dique Potrerillos, que apenas alcanza al 60% de su capacidad y registra el nivel más bajo desde su inauguración, hace 20 años. Según el organismo hídrico, el río Mendoza muestra actualmente el peor escurrimiento de los últimos 50 años y en la misma situación se encuentra el resto de las cuencas.

 

"Por ley la prioridad la tiene el consumo poblacional y seguiremos entregando el mismo volumen. Pero la peor parte se la lleva el agro, porque ya hay departamentos que están regando menos superficie", admitió el director de Gestión Hídrica, Rubén Villodas.

 

Pero miesntras los agricultores observan una reducción del volumen de agua para producir, el consumo de la población se mantiene por encima de los 650 litros diarios por habitante por día, más del doble de lo que registra Israel (300 litros diarios por habitante), cuya experiencia hídrica pretende imitar el gobierno mendocino.

 

Al excesivo consumo de la población se suman las pérdidas en el trayecto desde las plantas potabilizadoras a los hogares, una de las principales problemáticas que enfrentan Irrigación, Aguas Mendocinas y otras prestadoras. En ese contexto, por estos días Aysam está avanzando en una licitación para instalar 20.000 medidores en Godoy Cruz, donde apenas el 10% de los usuarios paga por el agua que consume.

 

Según Villodas, "el aumento en el consumo deberá ser absorbido por un uso más eficiente de agua potable, mejorando cañerías y micromedición. Si no, será muy difícil sostener el abastecimiento durante los próximos años".

 

Ineficiencia de la red.

 

Una posición similar expresó Alejandro Gallegos, titular de Aysam: "el agua que hoy derrochamos por mal uso se la estamos quitando a la producción y por eso es urgente promover un cambio cultural", opinó. Según el funcionario, se "gasta más agua potable de la necesaria por la ineficiencia en la red y las pérdidas entre las plantas potabilizadoras y los domicilios".

 

En esta empresa calculan que "hay unos 500 kilómetros en mal estado de los 5.000 que mide la red" que abastece al Gran Mendoza. "A partir de 2023 comenzaremos a cambiar 60 kilómetros de cañería en mal estado y también incorporaremos una micromedición, proceso que lleva sus años,pero generará un mejor impacto en la racionalización del consumo", explicó.

 

Actualmente, de los 260.000 usuarios que tiene Aysam, solo un 10% tiene micromedición.

 

Pronóstico dramático.

 

Según el pronóstico de caudales que se conocerá oficialmente el 13 de octubre, la cuenca del río Tunuyán registra una situación crítica, porque nevó apenas la quinta parte de un año normal, a diferencia del Diamante, que muestra "un estado más satisfactorio para responder a los requerimientos poblaciones y del agro".

 

Mientras tanto, los embalses Los Reyunos y Agua del Toro se encuentran al 50% de su capacidad; el dique Potrerillos mostrará este verano su menor caudal de los últimos 30 años, y el río Atuel "registra una sequía hidrológica extrema, con sus embalses a la mitad, y atraviesa la segunda peor temporada de los últimos 110 años".

 

En este contexto, el gobierno suscribió un convenio con Israel y su empresa nacional Mekorot, para elaborar un Plan Maestro de Agua. Según Villodas, el abastecimiento humano se lleva actualmente la mayor parte del agua en Mendoza y por eso "no queda otra solución que seguir entregando la misma cantidad que hoy, mientras buscamos que el aumento de densidad poblacional sea absorbido por una mayor eficiencia, ya que existe una ineficiencia muy grande y tiene que mejorar", afirmó.