Viernes 30 de mayo 2025

La busca tenaz de talón de Aquiles

Redacción 16/12/2010 - 02.45.hs

SEÑOR DIRECTOR:
Todo hombre tiene su talón o tendón de Aquiles, aunque no siempre en la parte posterior del pie.
La frase, de origen mitológico, se usa para hacer referencia al punto débil o vulnerable de algo o de alguien. En Aquiles, según la Aquileida, fue el tendón que seguimos teniendo. Su madre, la diosa Thetis, lo bañó de niño en aguas de la Estigia para hacerlo invulnerable, pero lo sostuvo agarrado del talón derecho y esa parte quedó sin protección. Por ahí fue por donde le entró la flecha envenenada de Paris, en Troya, según una versión del mito.
El talón aquiliano de mucha gente suele estar en su corazón, como se dice de las que son fáciles de engañar con procedimientos lacrimosos. No son pocos los que tienen su debilidad en la suficiencia sobradora, en creerse superiores.
En la actualidad argentina hay opositores al gobierno nacional que creen que su talón de Aquiles está en la seguridad. Los medios de comunicación opuestos magnifican los aspectos delictivos que se producen en nuestra sociedad, sin cuidarse del hecho de que este rasgo es propio de la vida urbana de nuestro tiempo, en todos lados. De esto se infiere que no es lo criminal lo que realmente ocupa y parece preocupar a esas franjas de opinión. Lo que no se comparte serían las políticas básicas del gobierno o algunas de ellas. La seguridad es actualmente el talón de Aquiles de todo gobierno y puede admitirse que el anuncio de la creación de un ministerio de Seguridad por parte de la presidenta supone reconocer que buscará nuevas alternativas para afrontar el problema. Lo mismo ha sucedido con el tema del Indec, que ahora está en proceso de revisión. La inflación es otro talón sobre el que dispara su arco la oposición. En materia de seguridad el gobierno termina por aceptar que, si bien el problema real aparece disfrazado por el blanco escogido, algo hay en éste que debe ser atendido, que reclama una nueva mirada. Este gobierno ha mostrado una gran capacidad para correr delante de los acontecimientos y para anticiparse en las propuestas de soluciones y lo que revelan las encuestas es que desde 2008 hasta ahora ha estado recuperando lo que perdió por su forma de dar la batalla referida a la norma 125; además, está sacando ventaja. No es mala política avanzar con proyectos propios y, a la vez, analizar las quejas y las críticas, por ver si hay allí un talón vulnerable o, mejor dicho, algo que no está siendo atendido de la mejor manera.
Por las manifestaciones oficialistas, desde el caso Barracas, se sospecha que se buscó o se magnificó el hecho criminal para generar sospecha e inquietud. Luego, sobre todo en días recientes, la sospecha se amplificó, porque "han tirado" más muertos en sucesos sociales. Hasta la muerte de Ferreyra, en Barracas, el gobierno se sentía justificado en su política de agotar el diálogo. Su idea acerca del nuevo alcance de los derechos humanos, más universal de la que predominó hasta la crisis de 2002, supone que en toda protesta hay un núcleo de motivación justa o razonable y que, por tanto, "hablando se entiende la gente". Pero Barracas mostró que, además de los protagonistas reales del drama cotidiano, había también presencias que perseguían intereses impresentables. Las balas, en Barracas, no partieron de la policía, cuyo comportamiento, no obstante, quedó bajo sospecha. En Soldati se observó el accionar de grupos oportunistas, cuyo origen y cometido, posiblemente muy diverso, es tema por dilucidar, siendo ésta una tarea que ha estado en manos de la justicia, al tiempo que el gobierno nacional accedió a intervenir según su método, para buscar los acuerdos que sean posibles y sin estigmatizar a inmigrantes por su origen.
La creación del ministerio de Seguridad va en busca de la respuesta demorada. Ha sido puesto en manos de una mujer admirada por quienes la conocen. Luego de cinco años en Defensa, debe enfrentar una prueba no menos severa.
Atentamente:
JOTAVE

 


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