All Boys aguantó y se metió en la final
All Boys se clasificó anoche a la gran final del Torneo Provincial de fútbol "Alberto Mario Jorge", al superar en el global a Atlético Santa Rosa por 2 a 1, luego de perder en la revancha por 1 a 0 en un Mateo Calderón que contó con mucha gente y que vivió un clásico peleado y vibrante hasta el final.
Axel Pérez, a los 8 minutos del complemento, marcó el único gol para Santa Rosa, que hizo el gasto y empujó hasta el final, aún jugando con inferioridad numérica durante buena parte del partido.
El Albo tuvo que remarla porque a los 17 de la primera parte fue expulsado Maximiliano Acosta, situación que se "equilibró" a los 7 de la segunda por la roja que vio Agustín Maciel en la visita. El árbitro Diego Pereyra también expulsó al entrenador del Albo, Sergio Guerra, cuando se jugaban 31 del complemento, y al también local Facundo Sánchez a los 43.
All Boys, que lejos estuvo de su mejor versión, aguantó el 0-1 hasta el final e hizo valer el 2 a 0 que había conseguido en la ida, para meterse en su novena final de un Provincial. En la definición se enfrentará por el título con el vencedor de la serie que están disputando All Boys de Trenel y Alvear FBC, que igualaron 0-0 en la ida jugada en el Estadio de la Avenida y que cerrarán el domingo desde las 19 en el estadio José Gago trenelense.
En sus anteriores finales, All Boys fue campeón del Provincial en 2005 (ante Costa Brava), 2007 (frente a Ferro de Pico) y 2012 (contra Racing de Castex), y subcampeón en 1998 (ante Estudiantil), 2009 (Alvear FBC), 2011 (Racing), 2013 (Ferro de Alvear) y 2023 (Estudiantil).
Expulsión.
La final comenzó con Santa Rosa plantando bandera en el medio, metiendo en cada dividida y marcando terreno. Consciente de que tenía que remontar un 0-2, el equipo dirigido por Sergio Guerra se paró con decisión, ante un All Boys que entró como aquel boxeador que prefiere medir a su rival en los primeros asaltos.
Sin embargo, esa "ventaja" de postura que había mostrado el local en los minutos iniciales se esfumó rápidamente con la infantil expulsión de Acosta a los 17. Tras un inentendible manotazo de Santiago Mayer a Brian Caser, el delantero alboyense cayó de manera exagerada, varios se acercaron a copar la parada y también fue al piso Mariano Nagore por un encontronazo con Axel Pérez.
Y en ese ir y venir de guapeadas y simulaciones, Acosta pecó de ingenuo al golpear a Nagore en el piso, con el pie y con la mano. El árbitro Pereyra no dudó y le mostró la roja al marcador central, que dejó al Albo con uno menos y con casi todo el partido por jugar.
Pese a la doble desventaja, Santa Rosa no se quedó e insistió con su idea de jugar largo para que Valentino Carluche o Maximiliano Montoya -de muy buen partido- puedan lastimar. Pero lejos estuvieron de hacerlo ante una defensa muy bien parada y que se vio favorecida por ese juego directo y frontal.
El Albo prácticamente nunca puso en aprietos a Francisco Betanzo -debutante en este Provincial-, el arquero que reemplazó al suspendido Lautaro Guaraglia y que tuvo una primera parte tranquila, cuando se esperaba que los locales lo apabullen para intentar aprovechar su poca experiencia en este tipo de partidos. Pero apenas fue "molestado" con algún centro del insistente Mayer -el mejor empujando y contagiando- y un par de remates de Emiliano Cocco, Ignacio Zúñiga y Montoya.
All Boys jugó ese primer tiempo casi en puntas de pie, tratando de no entrar en roces para evitar tarjetas, pero igualmente le alcanzó para hacer negocio y mantener la diferencia. La única llegada fue una buena combinación entre Ramiro Fredes y Nagore que terminó con Brian Caser controlando en el área y rematando apenas desviado.
Gol y aguante.
La segunda parte tuvo un minuto crucial para el desarrollo posterior del partido. A los 7 vio la segunda amarilla Maciel, por una falta sobre Montoya, y los dos quedaron con diez. Y de ese tiro libre llegó el gol del Albo, cuando Pérez recibió en el área tras un desvío y sacó una linda media vuelta para conseguir el 1 a 0.
El clásico se encendió. La muy buena cantidad de público que se acercó al Mateo Calderón (pese al día y la hora) lo comenzó a vivir de manera más efusiva y la posibilidad del empate global de los locales empezó a sobrevolar el estadio.
Lejos estuvo de ser atractivo el juego -el estado de la cancha no ayuda para nada-, pero el partido ganó en emotividad y los nervios se apoderaron de todos, a tal punto que por momentos se preocuparon más por hacer expulsar a un rival que por jugar.
Santa Rosa se volcó decididamente al ataque, con los centrales bancando muchas veces mano a mano y empujando desde atrás, con Cocco tomando la batuta y con el ingresado Martín Abraham aportando presencia ofensiva.
Pero le faltó claridad al local para llegar de manera asociada. En muchas ocasiones buscó frontal, cuando el juego pedía abrir la cancha para después centrar, y esa ausencia de tranquilidad para decidir se fue agigantando a medida que transcurrían los minutos.
All Boys tampoco aprovechó esa falencia de los locales, amagó con un par de contras pero prácticamente no inquietó al arquero Bautista Allivellatore. La única clara la tuvo Nagore, pero perdió en dos tiempos con el propio arquero.
Del otro lado, cuando ya jugaba otra vez con uno menos por la expulsión de Sánchez a los 43 (manotazo a Nagore), la más clara de Santa Rosa fue un cabezazo de Abraham tras centro de Mayer, pero terminó en las manos de Betanzo.
No hubo tiempo para más. Santa Rosa buscó hasta el final y dejó todo, pero le faltó esa luz siempre necesaria para alumbrar el camino que el reloj, los nervios y las malas decisiones oscurecen.
All Boys aguantó cerca de su área, cuidó a su arquero, se abroqueló y se llevó la serie clásica para meterse en su novena final, en la que buscará el cuarto título pampeano de su historia.
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