Miércoles 17 de abril 2024

«Estamos dando un peleón a la vida»

Redaccion 08/08/2020 - 21.22.hs

«Después que nos echaron de la municipalidad, no conseguimos trabajo y empezamos a cirujear en el basurero municipal donde juntamos todo lo que se puede reciclar: el plástico, el papel y el aluminio, entre otras cosas. Acá le estamos dando un peleón a la vida», señaló el castense Cristian Coria, mientras se acomodaba los guantes y observaba como sus acompañantes revolvían los residuos domiciliarios.
«Ahora somos siete compañeros que estamos cirujeando para llevar un mango a casa, porque
las cuentas nos agobiaron y la situación se complicó mucho. De un día para el otro nos quedamos sin trabajo, y hay que meterle para adelante porque no nos sentimos menos que nadie, pero solamente quienes atravesamos esta situación sabemos lo que estamos pasando», reconoció.
Los nuevos cirujas, como ellos se autodefinen, comenzaron «hace seis semanas» a recolectar residuos en el predio ubicado en la zona sur, a 1,5 kilómetros de la zona urbana. El frío no nos hace desistir de la actividad. «Me levanto a las 7 horas, le pido a Dios que me ayude, tomó unos mates, me pasan a buscar los compañeros y salimos para cirujear todo el día», relató Coria.
«A la mañana juntamos lo que podemos y a tarde cuando llega la basura que se recolecta en el pueblo, ya estamos acá para juntar todo lo que se puede reciclar y vender», detalló.

 

«Vamos tirando».
El vocero de los cirujas castense contó que no son los únicos que concurren al Basurero municipal. Hay gente que todos los días busca su sustento en el predio comunal. «La situación está muy difícil», destacó, como si fuera necesario explicar la crisis sanitaria y económica que
atraviesa el país. «No, no tenemos ninguna asistencia, nada. Solamente nos acercaron alguna bolsa de mercadería, pero te alcanza dos o tres días, y el mes tiene 30 días», narró.
«Hoy la situación es triste, pero alentadora. Gracias a Dios estamos haciendo algo. Encima en crisis, la gente hasta genera menos basura. Pero, hay gente que nos acerca material reciclable para poder vender. Hoy no estamos obteniendo plata, estamos sobreviviendo hasta que hagamos la primera venta», dijo.

 

«Buen humor».
Coria aseguró que el grupo no tiene inconvenientes en hacer este trabajo, pero reconoce que se siente mal porque «nos sacaron nuestro trabajo» en la comuna local. «Hacía 11 años que trabaja en la Planta de Reciclado», rememora, y se convence: «Igual vamos a salir adelante».
Coria relata que hoy «subsistimos» con «un sueldito» de su esposa. Tiene tres hijos y el suegro vive con ellos. Tuvo que empezar a hacer recortes, empezando por el servicio de TV privada e internet.
«No es lo mismo comer tres veces al día, que comer una vez y media», admitió. «La vamos tirando. Y después de cirujear todo el día, cuando llegas a casa tenes que estar feliz, porque sino empiezan los problemas familiares y no podemos cargar el hogar de mala onda», admite. «Yo la tengo difícil, pero mis compañeros la tienen más complicada y da mucha bronca que luchamos para mejorar nuestras condiciones laborales y terminamos acá cirujeando en el basurero», transmitió. «Se podría haber llegado a una solución (con las autoridades municipales), pero una de las partes no quiso llegar a un acuerdo», asegura.

 

-Coria, ¿son los cirujas que dejó la pandemia o los que generó la política?
-Solo hay una persona responsable de esto y está a cargo del pueblo. Se hizo política y nosotros perdimos el trabajo. La responsable de esto es una sola persona que tomo la decisión que nos quedáramos sin trabajo. Nosotros queríamos mejores condiciones laborales, pero
terminamos cirujeando que tomó la decisión de echarnos. Me parece que los gobernantes deberían actuar con mayor serenidad y claridad, pero yo no estoy capacitado para estar en un cargo político. Esto se podría haber solucionado de otra manera, para que nosotros no tuviéramos que estar viviendo esto.

 

Reclamo.
El grupo de trabajadores fueron despedidos por la intendenta Mónica Curutchet, después del conflicto que se desató -en los primeros días de junio- en la Planta de Reciclado local. Inicialmente tomaron las instalaciones municipales, desde donde fueron desalojados por funcionarios judiciales y municipales, y la policía. Luego se trasladaron la protesta frente al municipio, donde permanecieron tres semanas con bombos y carteles. Finalmente fueron
despedidos, dado que la administración de Cambiemos decidió que no renovaría los contratos laborales. Así 10 trabajadores se quedaron sin empleo en medio de la pandemia de Covid-19.
El grupo de estar todos los días en todos los medios periodísticos para explicar su lucha laboral, pasaron al olvido. Y agradecen al cronista que se acordó de ellos, porque temen el olvido social. «Sabemos cómo se manejan las cosas en Castex, de un día para el otro nadie más se acordó de nosotros», desliza.
«Hoy estamos muy precarios. Tenemos un solo carrito, hay que hacer varios viajes por día, pero la estamos llevando adelante y creemos que en cinco o seis semanas vamos a poder hacer la primera venta, que nos dejará la mitad de lo que ganábamos en el municipio por
mes», estima Coria.
«No tenemos otra alternativa, nos quedamos sin sustento económico y todos sabemos que no hay trabajo en Castex», agrega.

 

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