Miércoles 24 de abril 2024

Renunció el obispo Mario Poli

Redacción 05/12/2022 - 08.17.hs

Tras cumplir 75 años, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, presentó su renuncia, tal como lo establecen las normas de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Estas establecen esa edad como el límite establecido para ocupar cargos de autoridad. El cumpleaños del sacerdote fue el 29 de noviembre.

 

Ayer, el diario Página 12, en un artículo firmado por el periodista Washington Uranga, informó que el cardenal llegó al final de su tarea como autoridad eclesiástica del distrito eclesiástico más importante de la Argentina. Cabe recordar que Poli llegó a ese destino luego de estar a cargo del Obispado de Santa Rosa, lugar al que había llegado en 2008 en reemplazo de Fidel Brédice. Su mudanza desde La Pampa a la Catedral porteña se produjo en el año 2013, cuando Francisco (Jorge Bergoglio) fue elegido Papa.

 

Límite.

 

"Las normas canónicas que rigen a la Iglesia establecen que esa es la edad en que los obispos deben dar un paso al costado. Seguirán siendo obispos, pero ya sin responsabilidades de gobierno. Lo mismo se aplica para los sacerdotes: la edad límite en este caso les impone renunciar a ser párrocos, aunque no a su servicio pastoral", dice el artículo de P/12.

 

El texto añade que la renuncia de Poli ya está en el Vaticano, a disposición de Francisco para su aceptación. "Hasta no hace mucho tiempo este límite podía extenderse sin un plazo fijo por la sola decisión del Papa. En la Argentina ha sido corriente. El cardenal Raúl Primatesta (1919-2006), ex arzobispo de Córdoba y varias veces presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), presentó su renuncia en 1994 al llegar al límite de edad, pero su dimisión solo fue aceptada cinco años más tarde por el papa Juan Pablo II. A no dudarlo hubo en eso una decisión política. El actual presidente de la CEA, el obispo de San Isidro, Oscar Ojea, cumplió 75 y dimitió, pero el Papa decidió prorrogarle por ahora su mandato diocesano. Otra decisión política atendiendo al rol que el obispo de San Isidro juega hoy en el episcopado", escribió Uranga.

 

"Jubilado".

 

Sin embargo, de acuerdo a lo publicado por P/12, por determinación del propio Francisco, y como resultado de las reformas recientes introducidas en los estatutos eclesiásticos, ya no habrá más prórrogas de mandatos episcopales. "El mismo Bergoglio se auto limitó y no habrá más excepciones. En muy breve plazo el cardenal Poli pasará a ser un jubilado eclesiástico", sostiene el artículo.

 

Poli, porteño de nacimiento, fue sacerdote desde 1978 y obispo auxiliar de Buenos Aires desde el 2002, consagrado por Jorge Berglogliocuando era arzobispo de la ciudad capital. Uranga lo describió como un obispo de "trato adusto y lejano", que "prefería la distancia con sus colegas obispos (nunca quiso aceptar ser presidente de la Conferencia Episcopal a pesar de que por su condición de cardenal el cargo le fue ofrecido en varias ocasiones) pero también con sus sacerdotes".

 

El periodista especializado destacó que Poli nunca abandonó el trabajo de la Iglesia con los pobres. El ex Obispo de La Pampa es licenciado en Trabajo Social por la UBA. "Siguió apoyando el trabajo de los curas villeros pero siempre desde un lugar de autoridad y prudente distancia que lo diferenció de Bergoglio visitando las parroquias y las villas", explicó.

 

Otro párrafo del texto publicado ayer por P/12 sostiene que "a pesar de sus vinculaciones con el mundo empresario y de las finanzas, el arzobispo (...) no parece haber recibido buenos consejos para la administración de los bienes de la arquidiócesis. Varias denuncias por irregularidades en la materia derivaron en una auditoría vaticana que puso en evidencia poca transparencia en algunos negocios inmobiliarios. Como consecuencia de ello el Vaticano sigue de cerca todo el manejo económico financiero de la arquidiócesis de Buenos Aires".

 

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