La única playa argentina de amaneceres y atardeceres sobre el mar
No tan lejos, más bien cerca, en la inmensidad de la Costa Atlántica argentina, en un rincón que parece desafiarlo todo, el sol nace y se esconde en el mar. El sol sale y se oculta en Monte Hermoso, en el sur de la provincia de Buenos Aires, en la única playa donde el sol se anima a salir y a despedirse sobre el mismo horizonte.
Su orientación de este a oeste convierte cada amanecer y cada atardecer en un ritual. El cielo se tiñe de tonos rosados, lilas, naranjas y violetas y dorados, y el mar, toda la inmensidad del mar, se convierte en un espejo surrealista. Lo primero que uno hace es agarrar el celular y sacar una foto. Una foto que no necesita filtros y que, en verdad, va a durar en la memoria.
Linda como el cielo azul
En un llamado de arena en las ventanas, Monte Hermoso se distingue por la temperatura de sus aguas que suelen ser cinco grados más cálidas que las de otros balnearios de la costa atlántica. Tierna como el sol, linda como el cielo azul, el agua es un placer prolongado y la temporada de playa se extiende con comodidad.
Como un caminito de estrellas, la playa de 32 kilómetros de arenas finas y suaves, ideales para caminar descalzos, para jugar con los niños y coleccionar recuerdos, para relajarse con el sonido suave de las olas, el cuerpo de sal, la brisa marina en la piel. En Monte Hermoso no hay sombras, es una gran extensión de arena y mar para disfrutar del sol durante más horas que en cualquier otro punto de la costa.
¿Cómo nombrar este mundo?
En Monte Hermoso no todo es playa. A veces uno se deja llevar solo por el viento, por la pesca deportiva de corvinas, pejerreyes y lenguados que esperan ese otro sol en los aficionados de las cañas. Todo el pueblo late con el viento, con el sol en piscis: sensible, empático, intuitivo. espiritual, conectado con el arte y los sueños. El ambiente es relajado, familiar y auténtico. No se trata de un destino masivo, sino de un refugio que combina descanso y aventura de otro mundo.
Visitar Monte Hermoso es un espejismo, es una posibilidad, es un coro de apariciones. Se abre el cielo como una pantalla de oro. El mar se abre, desde la costa y aparece su frescura crepuscular. Sobre el mar, también se esconde, de a poco, el sol. Como el reverso de una máscara, duerme en cada sueño con el sueño que sueña este mundo. Todavía existen lugares mágicos y el tiempo se pone en pausa, se detiene en una vida sin apuros y la vida como viene va.
¿Qué se puede hacer en Monte Hermoso?
Uno de los íconos de la ciudad es el Faro Recalada, el más alto del litoral marítimo argentino, la marca de unión entre la breve tierra y el reino prometido. El faro tiene 67 metros de altura y está ubicado a solo siete kilómetros de Monte Hermoso, por el camino costero que conduce al balneario Sauce Grande. La estructura es abierta y tiene con una escalera de 293 escalones al cielo. El mirador ofrece una vista panorámica ideal para fotografiar las dunas, el balneario y la extensión de sus playas.
Entre los atractivos naturales se destaca la Laguna Sauce Grande, un espacio perfecto para la pesca y la práctica de deportes náuticos. También sobresalen las excursiones a los Médanos Blancos, un entorno de arenas claras y finas, reconocidas por su singular tonalidad blanquecina, donde el sandboard es una de las actividades más populares.
¿Cómo llegar a Monte Hermoso?
A este paraíso de médanos y playa, de sol, viento y amaneceres se puede llegar mediante la Ruta Nacional Nº3. En el kilómetro 605, hay un desvío que lleva hasta la ciudad. Este desvío es la Ruta Provincial Nº 78, la que lleva a Monte Hermoso. Una vez adentro de la ciudad, hay que seguir las señales hacia el centro o hacia las playas, hacia el destino deseado.
Artículos relacionados
